Si te has adentrado en el mundo del skincare y has invertido todos tus ahorros en comprar lo mejor para tu piel, pero después de varias semanas no ves ningún resultado, o peor aún, notas que tu piel está teniendo más problemas que antes, es posible que estés cometiendo algunos errores en tu rutina de cuidado de la piel, lo que está provocando que tu piel no luzca saludable.
A continuación, te mencionamos algunos errores comunes en las rutinas de skincare y cómo solucionarlos:
1. Ignorar tu tipo de piel
Estar bombardeados de publicidad, donde los influencers y medios de comunicación nos venden productos maravillosos para el cuidado de la piel, puede hacer que caigamos en la trampa de elegir productos que no sean adecuados para nuestro tipo de piel. Lo que funciona de maravilla para una persona puede ser un desastre para otra.
Comprender tu tipo de piel te ayudará a aprender cómo cuidarla y seleccionar los productos adecuados para ti. Ignorar tu tipo de piel puede provocar una serie de problemas, desde exceso de grasa hasta sequedad o irritación extremas. ¿Te gustaría conocer más las necesidades de tu piel? Accede a nuestro análisis de piel. 👈
2. Usar agua caliente para lavarse la cara o bañarse
Disfrutar de un baño con agua caliente después de un día agotador es un error que muchos cometemos sin darnos cuenta de que estamos dañando nuestra piel. El agua caliente elimina los aceites naturales de la piel, lo que la vuelve más sensible; además, provoca enrojecimiento y agrava afecciones como la rosácea y el acné. También aumenta la pérdida de hidratación natural, lo que favorece la aparición de arrugas prematuras.
Lo ideal es lavarse con agua tibia, entre 20° y 36° grados centígrados, para mantener tu piel saludable.
3. Usar muchos productos al mismo tiempo
En la búsqueda de una piel perfecta, podríamos pensar que usar más productos ayudará a mejorar nuestra piel más rápido. Sin embargo, este error tan común puede dañarla, ya que la combinación de muchos activos (como mezclar retinoides con ácidos) al mismo tiempo puede provocar irritación, descamación, hipersensibilización y, en casos graves, quemaduras en la piel.
Recuerda que menos es más; utiliza productos adecuados a tu tipo de piel, y si tienes dudas sobre qué ingredientes puedes mezclar, lo ideal es que consultes a tu médico antes de utilizarlos.
4. Exfoliarte en exceso
Los exfoliantes con microperlas o exfoliantes físicos, y los exfoliantes con ácidos, también llamados exfoliantes químicos, pueden llegar a ser demasiado abrasivos para las pieles sensibles y causar más daño si se usan más de dos veces por semana. Esto debilita la barrera de la piel, provoca irritación, rompe pequeños vasos sanguíneos y puede causar hiperpigmentación por fricción o por quemadura.
Lo ideal es exfoliar tu piel 1 o máximo 2 veces por semana. La exfoliación insuficiente puede provocar una acumulación de células muertas, lo que obstruye los poros y causa la aparición de brotes de acné. El exfoliante también debe seleccionarse según tu tipo de piel.
5. No colocar los productos correctamente
Utilizar muchos productos en tu rutina de skincare puede ser complicado, lo que puede generar dudas sobre cuál aplicar primero y cuál después. Si los estás aplicando de forma incorrecta, es posible que no obtengas los máximos beneficios de cada uno. Un error muy común es aplicar el suero después de la crema hidratante. Los sueros contienen ingredientes específicos que necesitan el mayor contacto posible con la piel para ejercer su efecto, mientras que la crema hidratante actúa como una barrera protectora, impidiendo que los ingredientes activos del suero penetren.
Una regla fácil y sencilla para saber qué producto aplicar primero es: simplemente aplícalos del más ligero al más pesado o de la fórmula más delgada a la más espesa. Por ejemplo: limpiador, tónico, suero, hidratante, protector solar.
Recuerda que los productos por sí solos no hacen maravillas. Una piel bonita también necesita un estilo de vida saludable, buena alimentación, horas de sueño de calidad y mucha dedicación a ti misma.
¡Ahora ya lo sabes!
¿Estabas cometiendo alguno de estos errores?
Fuentes.