En el mundo del skincare, no hay una regla definitiva en los pasos que debemos seguir en nuestra rutina de cuidado de la piel. Lo que sí es cierto es que cada tipo de piel es único y tiene necesidades específicas. En este artículo, te daremos una guía útil al momento de elegir los productos para tu piel.
Por la mañana:
- Limpieza: Aunque realices doble limpieza por la noche, debes lavar tu rostro por la mañana, ya que al dormir se acumula sebo que puede evitar que los siguientes productos no se absorban correctamente. El limpiador debe adaptarse a tu tipo de piel; por ejemplo, si tu piel es seca, busca un limpiador con propiedades hidratantes, y si tu piel es grasa, utiliza uno que contenga ácido salicílico.
- Tónico o loción calmante: Después de la limpieza y antes de la crema, aplica el tónico facial. Además de refrescar, hidratar y restablecer el pH de la piel, para pieles grasas el tónico ayuda a cerrar los poros y equilibrar la producción de sebo. Para pieles sensibles o secas, las lociones calmantes tonifican y purifican la piel, respetando su equilibrio fisiológico.
- Tratar e Hidratar: Serums y cremas: El serum es un concentrado de ingredientes activos con rápida absorción y alta capacidad de penetración en la piel. Aplica el serum inmediatamente después del tónico. La elección del serum depende de las necesidades de tu piel, como serums hidratantes con ácido hialurónico para pieles deshidratadas o serums antiage con antioxidantes. Después del serum, aplica un humectante adecuado para tu tipo de piel.
- Contorno de ojos: El contorno de ojos es una área delicada y propensa a problemas y signos de envejecimiento. Utiliza un producto suave que proporcione una adecuada hidratación y que esté formulado para tratar tus necesidades específicas, como ojeras o bolsas.
- Fotoprotección: El último paso es el protector solar, que debe aplicarse después de hidratar la piel. El fotoprotector previene los signos del envejecimiento como la hiperpigmentación, líneas finas y arrugas. Aplícalo todos los días, incluso en días nublados, y reaplícalo durante el día.
Por la noche:
El cuidado de la piel nocturno varía respecto al diurno:
- Limpieza: Comienza eliminando el maquillaje con un desmaquillante adecuado. Luego, lava tu rostro con el mismo limpiador que usas de día o realiza una doble limpieza.
- Tónico o loción calmante: Aplica el tónico o loción calmante después de la limpieza.
- Tratar: Después de limpiar y tonificar, trata problemas específicos de la piel con un serum concentrado, crema de retinoides o mascarillas.
- Hidratar: Utiliza el mismo hidratante de la mañana o uno específico para la noche según tus objetivos, como extra-hidratación o despigmentación. No olvides el contorno de ojos y los labios.
Algunos días a la semana:
- Exfolia: Usa un exfoliante físico o químico algunos días a la semana para mejorar la textura de tu piel.
- Aparatología: Utiliza una mascara de luz led para mejorar la circulación y regeneración celular, o una máquina de masajes.
Recuerda que todos los pasos de una rutina de skincare no son obligatorios y puedes adaptarlos según las necesidades de tu piel, tus gustos personales y el tiempo disponible.