Seguro lo escuchaste mil veces:
“Lávate con agua caliente, así se te abren los poros.” “Pon vapor antes de la mascarilla para que penetre mejor.”
Suena lógico. Se siente bien. Pero la verdad es que los poros no tienen músculos. No se abren ni se cierran como puertas.
Entonces, ¿qué pasa realmente cuando usamos agua caliente en la cara?
· Aumenta la circulación temporalmente: por eso la piel se pone rosada, se siente “activada”.
· Relaja los músculos faciales, como una mini sauna.
· Pero también puede alterar la barrera cutánea si se usa en exceso: reseca, sensibiliza y puede inflamar.
La idea de que el vapor “abre” los poros viene de esta sensación de calor, pero lo que realmente ocurre es que la piel se ablanda, no se abren los poros.
🧬 Entonces… ¿cómo preparamos la piel para recibir los productos?
· Con limpieza: Usar un producto como el Agua Micelar de Emotions Labs, que retira suciedad sin desequilibrar el pH de tu piel.
· Con hidratación previa: Humedecer la piel ligeramente antes de aplicar el sérum (la piel húmeda absorbe mejor).
· Con calor de vez en cuando: Si te gusta el vapor, úsalo brevemente y termina con productos calmantes.
🛑 Lo que deberíamos dejar de hacer
· Lavar el rostro con agua muy caliente (sobre todo en pieles sensibles).
· Vapor todos los días.
· Creer que los poros se van a cerrar con frío: el tamaño del poro está ligado a la genética, al colágeno y a los cuidados sostenidos, no a trucos instantáneos.
❤️ Lo que sí ayuda a mejorar la apariencia de los poros
· Exfoliación 1 o 2 días a la semana.
· Limpieza diaria sin sobrelavar.
· Productos con ingredientes botánicos que respetan la piel.
· Rutina constante.
En resumen:
No, el agua caliente no abre tus poros, pero el respeto diario sí los hace sentirse en paz y eso, al final, se nota más que cualquier mito.