Si hay un consejo de skincare que me hubiera gustado escuchar antes, es este: ¡No toques ni frotes tu piel! Por mucho tiempo cometí el error de tallarme la cara al desmaquillarme, rascarme cuando sentía comezón y hasta apretar pequeños granitos. Y no fue hasta que dejé de hacerlo que noté una gran diferencia: menos irritación, menos brotes y una piel mucho más sana y luminosa.
Si tú también tienes este mal hábito, aquí te cuento por qué es tan importante dejar de hacerlo y cómo cuidar tu piel sin dañarla.
1. ¿Por qué no debes tocar tu piel?
Tus manos entran en contacto con muchas superficies a lo largo del día (teléfono, llaves, dinero, teclado, etc.), lo que las convierte en una fuente de bacterias y suciedad. Cuando tocas tu rostro sin lavarte las manos, transfieres estas impurezas a la piel, lo que puede obstruir los poros y causar brotes.
A mí me pasaba mucho: sin darme cuenta, apoyaba la cara en la mano o tocaba mi frente cuando estaba concentrada. Y luego me preguntaba ¿por qué tengo granitos en esas zonas?.
2. No frotes tu piel al lavarla o secarla
Otro error común es usar cepillos faciales con mucha fuerza para lavar la piel, frotar la piel con la toalla para secarla o al desmaquillarte hacerlo con mucha fuerza.
¿Por qué esto es malo?
· Debilita la barrera de la piel → Provoca irritación, enrojecimiento y sensibilidad.
· Puede causar inflamación → Acelerando el envejecimiento y la aparición de líneas de expresión.
· Si tienes acné, lo empeora → Al irritar la piel, puede provocar más brotes.
¿La solución? Usa toquecitos suaves con la toalla y opta por productos que remuevan el maquillaje sin necesidad de tallar, como el agua micelar de la LINEA SERENIDAD by Emotions Labs.
3. No exprimas granitos ni toques imperfecciones
Sí, lo sé… ver un granito y querer exprimirlo es una tentación gigante. Pero, ¿qué pasa cuando lo haces?
· Dañas la piel → Puedes dejar marcas o cicatrices difíciles de borrar.
· Empujas bacterias más adentro → En lugar de ayudar, puedes empeorar la inflamación.
· Provocas más brotes → Al tocar la piel, esparces bacterias a otras áreas.
¿Qué hacer en su lugar? Usa un tratamiento localizado que ayude a desinflamar los brotes y ten paciencia. Tu piel sanará mejor si no la manipulas.
Desde que dejé de tocar y frotar mi piel, se siente mucho más sana, equilibrada y luminosa. Si quieres ver un cambio en tu piel, empieza con pequeños ajustes en tu rutina:
-Lava tus manos antes de tocar tu rostro. -Desmaquíllate con productos suaves, sin tallar. -Evita apretar granitos, deja que sanen solos. -Seca tu piel con toques, nunca frotando.
-Cambia las fundas de tus almohadas con frecuencia para evitar que se acumulen bacterias.
Tu piel te lo agradecerá con menos irritación, menos brotes y un glow saludable.