El 8 de marzo conmemora la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre. Es un día de lucha, pero también de amor propio. Y parte de ese amor es el cuidado que nos damos a nosotras mismas, incluyendo nuestra piel. Cuidar nuestra piel no es un lujo ni un capricho, es una forma de recordarnos que somos valiosas, que merecemos dedicarnos tiempo y que nuestra belleza, en todas sus formas, merece ser celebrada.
Aquí te comparto cómo yo he convertido mi rutina de skincare en un ritual de amor propio que va más allá de solo aplicar productos en tu piel:
Tiempo para mí.
El cuidado de nuestra piel merece que le dediquemos un momento especial de nuestro día, y no importa si tienes un rito de vida acelerado o si dispones de mucho tiempo libre, el cuidado de nuestra piel es una oportunidad para tener un momento especialmente dedicado a nosotras mismas.
A veces tenemos días caóticos, pero eso no significa que tengamos que hacer todo a la carrera. Si solo tengo 5 minutos, los aprovecho bien, pero sin estrés. En las mañanas ocupadas, aplico solo los básicos: limpieza, hidratación y protector solar. No me presiono por hacer una rutina completa, pero sí me aseguro de que esos pasos los haga con calma y presencia.
Conocer mi piel.
Durante mucho tiempo, compraba productos sin realmente saber si eran adecuados para mi piel. Veía una crema en tendencia y la agregaba a mi carrito sin pensarlo. Pero un día entendí algo básico: si no conozco mi piel, no puedo cuidarla bien.
Aprender a escucharla, entender sus necesidades y saber qué ingredientes le funcionan ha sido un antes y un después en mi rutina de skincare. Si tú también quieres descubrir cómo conocer mejor tu piel, aquí te cuento lo que a mí me ayudó.
Alimentación correcta.
Durante mucho tiempo pensé que el skincare era solo lo que aplicaba en mi piel, hasta que entendí que lo que como también tiene un impacto enorme. No importa cuántos productos de lujo use si mi alimentación no es equilibrada.
Cuando empecé a hacer pequeños cambios en mi dieta, noté una diferencia: menos brotes, más luminosidad y una piel más hidratada.
Este Día de la Mujer celebremos nuestra fuerza, nuestra historia y nuestro amor propio. Que este día sea un recordatorio de que merecemos dedicarnos tiempo, sentirnos bien y brillar con luz propia. Hoy y siempre, sigamos construyendo juntas un mundo donde el amor propio y la sororidad vayan de la mano.
Comparte y descubre nuevas formas de cuidar tu piel con EMOTIONS LABS.